1.
Introducción y objetivos del artículo.
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Sabaton |
En este artículo, he decidido salirme de las normas generales, para
analizar algo que a día de hoy se hace con mucha frecuencia dentro del mundo
del arte en general, que es el dedicar cierta obra contemporánea a un suceso
pasado, más concretamente un disco de música que salió a la venta en 2012,
cuyas canciones hablan sobre la etapa de máximo apogeo de Suecia durante los
siglos XVII y XVIII. Si bien tenemos innumerables ejemplos sobre todo en el
mundo de la pintura y sobre todo en el del cine, no es necesario que recordemos
la cantidad de películas de género “histórico” o “histórico-bélico” que a lo
largo de los años se van estrenando, así como ocurre mucho también últimamente
con muchos videojuegos, desde los géneros de estrategia como pueden ser las
sagas de Imperivm, Total War, hasta los géneros de acción
con las primeras entregas de Call of Duty
o la más que conocida saga de Assassins Creed.
Todas ellas entregas de ambientación histórica, que aunque en muchos casos se
salen de lo que fue el hecho histórico en sí, evidentemente sí que ha sido
necesario un estudio del suceso en concreto para realizar dicho trabajo (a
pesar de que en muchos casos el rigor histórico en dicha obra brille por su
ausencia), de forma que, a mi parecer, es necesario un análisis de este tipo de
obras en el que objetivamente se remarque cuál es la veracidad histórica de la
obra en cuestión.
En este contexto, la música no queda fuera de este juicio, puesto que
desde tiempos antiquísimos siempre ha habido artistas que se han dedicado a
cantar sobre sucesos pasados (muchas veces confundidos entre el mito y la
realidad) como puede ser el caso de los juglares medievales, o la conmemoración
de grandes sucesos como puede ser la célebre canción de “Trágala” durante el Trienio Liberal en España (1920-1923). Llegando a tiempos más contemporáneos,
considero interesante ver cómo dentro de la escena musical hay una serie de
artistas y bandas cuya discografía va dedicada a sucesos pasados, siendo -
además de interesantes - un buen pellizco para la industria musical.
Por esto mismo, este artículo va encaminado a analizar las canciones de
este álbum, encuadrándolas en su contexto, así como el ver cómo la propia banda
ha tratado los sucesos en cuestión. Tampoco pierde importancia cómo la banda
trabaja dicho suceso en el álbum, tanto desde el punto de vista musical,
letrístico (en el que particularmente me voy a centrar), estético (en el que se
puede hablar del vestuario que utiliza la banda en sus conciertos, la
decoración del escenario, la presentación del disco o incluso el propio merchandaising).
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Carolux Rex |
La banda en la que me voy a centrar, se llama Sabaton, surgida en el año
1999 en la ciudad de Falun (Suecia), la cual es hoy una de las bandas más
conocidas dentro de la escena del Power
Metal, y del mundo del Heavy Metal
en general. Particularmente son conocidos porque sus álbumes y canciones están
centrados en los conflictos bélicos del siglo XX, especialmente en la II Guerra
Mundial. También es característica la empatía que transmiten con sus canciones
hacia el suceso en cuestión, narrando la letra desde el punto de vista de
alguien que pudo vivir ese suceso. Por ejemplo, del álbum lanzado en 2005,
llamado Primo Victoria, la canción
homónima, habla del desembarco aliado en las costas de Normandía el 6 de junio
de 1944; o un año después del álbum Attero
Dominatus, en el que la canción homónima cuenta desde el punto de vista de
un soldado soviético el asedio de Berlín en 1945; o por último del disco
lanzado en 2010 Coat of Arms el tema Aces in Exile, donde se habla de la
participación de pilotos extranjeros que colaboraron en la defensa aérea de
Inglaterra durante la batalla de Inglaterra en 1940.
Los integrantes de la banda a día de hoy (2016) son: Joakim Brodén (voz
y teclados); Pär Sundström (bajo); Chris Rörland (guitarra); Thobbe Englund
(guitarra); y Hannes Van Dahl (batería).
Respecto del álbum en cuestión, llamado Carolus Rex, en honor al rey Carlos XII de Suecia (1697-1718) (el
cual tiene una canción homónima dentro del disco), fue lanzado en el año 2012.
Y rompiendo con la tradición de la banda de escribir canciones ambientadas en
los conflictos bélicos del siglo XX, este disco queda ambientado en los siglos
XVII y XVIII de Suecia, durante el auge y caída del Imperio Sueco en el norte
de Europa, cuyas canciones quedan ambientadas o bien en la Guerra de los
Treinta Años, o en la Gran Guerra del Norte, así como en los reinados de los
reyes Gustavo II Adolfo y Carlos XII, los cuales abarcan aquellos conflictos.
Con 11 canciones, a saber entre:
- 1. Dominium Maris Baltici (canción
instrumental, la cual no comentaré).
- 2.
The Lion From the North.
- 3.
Gott Mit Uns.
- 4.
A Lifetime of War.
- 5.
1648.
- 6.
The Carolean´s Prayer.
- 7.
Carolus Rex.
- 8.
Killing Ground.
- 9.
Poltava.
- 10.
Long Live The King.
- 11.
Ruina Imperii.
De esta forma, introducidos ya los motivos con los que he decidido
realizar este artículo, la banda y el álbum en cuestión, procederé a comentar
una a una las canciones que lo componen. Espero que sea de vuestro agrado.
2. Comentario de las canciones.
2.1. The Lion from the North.
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Gustavo II Adolfo de Suecia |
Canción dedicada al rey sueco Gustavo II Adolfo (1611-1632), cuyo nombre
viene de uno de los apodos con los que se lo llamó, “el León del Norte”, aunque
también se le llamó “el Grande” o “el León de Medianoche”. Fue uno de los
grandes monarcas de su tiempo, pues durante su reinado, Suecia pasó de ser un
Estado endeudado, atrasado, señorial y fatigado por las guerras contra Rusia y
Polonia, a ser una de las grandes potencias de Europa, en especial en el norte
donde Suecia fue el árbitro hasta aproximadamente 1721. Entre sus labores antes
de la Guerra de los Treinta Años, tenemos la creación del Parlamento de Suecia,
el Riksdag, la modernización de la Hacienda, la administración de Justicia, la
Marina de guerra y de la burocracia estatal, así como el reclutamiento de un
ejército profesional mejorado (aunque como los ejércitos de su tiempo seguía contando
con mercenarios entre sus filas), así como una mejora en la artillería.
Con la tonalidad épica que caracteriza a la banda, tanto a nivel musical
como letrístico, la canción habla de la arrolladora entrada del rey de Suecia
en la Guerra de los Treinta Años como abanderado del bando protestante: «A time of religión and war/ legends tell
the tale of a lion/ this beast in the shape of a man/ with a dream to rule sea
and land/ and all those who stand in his way/ will die/ by God and victorious
arms», cosa que realmente ocurrió, pues Suecia fue llamada por la Francia
de Richelieu tras la derrota del rey danés Cristián IV en 1630, poniendo fin la
entrada de Suecia a 12 años de victorias católicas, forzando su retirada hacia
el sur «The power of Rome won´t prevail/
see the catholics shiver and shake».
Digno de mención es el estribillo, en el cual se habla del León del
Norte como un libertador «Gustavus
Adolphus/ Libera et Impera/ acerbus et ingens/ augusta per augusta», cosa
debatible, pues si bien los suecos se autodenominaron libertadores (al igual
que todos aquellos que lucharon en el conflicto), hay que decir que de la misma
forma que los mercenarios de los otros ejércitos de la guerra muchas veces no
distinguieron entre población civil y objetivos militares, los soldados suecos
hicieron lo mismo, de la misma forma que Gustavo II Adolfo dominó con puño de
hierro los territorios que iba ocupando, aunque la canción indique lo contrario
«freedom he´ll bring/ lion and King/ lion
and King/ mighty Eagle rule alone/ liberator claim the throne/ lion from the
northern land/ take the scepter/ from its hand/ oh, oh, oh, you lion from the
north/ oh, oh, oh, you lion from the north».
Sin embargo, a pesar de las victorias de este monarca, no pudo evitar la
muerte en la batalla de Lutzen en 1632, cuando combatía al ejército católico
del general Wallenstein, aunque a pesar de la pérdida de su rey, el ejército
sueco se alzó con la victoria ese día. Así mismo, la intervención de Suecia en
la batalla marcó un cambio en las tornas de la guerra, de la misma forma que
los tratados de Westfalia en 1648 dieron a Suecia el poder suficiente como para
alzarse en la gran potencia del norte de Europa.
2.2. Gott
Mit Uns.
“Dios nos protege”, viene a
significar el título de este tema. Tradicional grito de guerra del mundo
germánico a lo largo de la historia, cuyo estribillo dice «Gott mit uns/ as we all stand united/ al together Gott mit uns».
Esta clásica canción, de tonalidad épica, está dedicada a la batalla de
Breitenfeld, durante la Guerra de los Treinta Años, la primera gran victoria
del ejército de Gustavo II Adolfo en el año 1631.
Con el fin de detener las sucesivas derrotas del bando protestante en el
norte del Imperio, el monarca sueco Gustavo II Adolfo metió a su reino en la guerra
en el año 1628, con una intervención para romper el cerco católico que el bando
imperial mantenía en la ciudad de Stralsund en Pomerania. Dos años más tarde,
el rey de Suecia apostó una fuerza de 14.000 soldados en Pomerania, número de
soldados que entre junio y diciembre de 1630 se incrementó a 50.000. Aunque
entre sus planes estaba el conseguir otros 80.000 soldados, con el fin de
invadir Silesia, Sajonia y conquistar la capital del Sacro Imperio Romano
Germánico en Viena, la problemática de los aliados de Suecia en reclutar nuevos
soldados se complicó notablemente, hasta el momento en el que la Francia de
Luis XIII y Richelieu, junto a Brandemburgo, apoyaron financieramente a Gustavo
II Adolfo, el cual finalmente pudo aliarse con el elector de Sajonia –Juan
Jorge I–, quien estaba resentido contra el imperio debido a que el ejército de
Johan Tzerclaes von Tilly tomó la ciudad de Leipzig.
Esta nueva coalición sueco-sajona formó en un punto a 32 km al norte de
Leipzig el 5 de septiembre de 1631, sumando una fuerza total de 24. 000 suecos,
más 18.000 sajones –una suma de 42.000 efectivos– los cuales se enfrentaron al ejército
imperial de Tilly compuesto por 35.000 efectivos. Finalmente el día 7 de
septiembre ambos ejércitos se dispusieron frente a frente, «Gustavo Adolfo había desplegado sus fuerzas
en dos líneas de batalla principales, cada una de ellas respaldada por una
reserva. La primera línea estaba muy nutrida, mientras que la de la segunda
consistía en dos pequeñas unidades de caballería. Frente al centro sueco se
desplegaban 12 piezas de artillería pesada, con otras 43 de artillería ligera y
cañones de tres libras intercalados entre las unidades de caballería. La mayor
parte de la caballería sueca había formado a la derecha, frente a las tropas de
Pappenheim, aunque varias unidades protegían la izquierda de la infantería. La
caballería sueca contaba con destacamentos de mosqueteros, de unos 200 hombres
cada uno, entre las unidades individuales. El flanco izquierdo del ejército
aliado estaba ocupado por los sajones, formados en grandes regimientos como los
imperiales, y con una caballería propia» (Jörgensen, Christer et al, 2007,
33), mientras que «Von Tilly había
ocupado el altozano con su infantería, unos 18 tercios, ocupando el centro y
formados en una sola línea. La caballería se organizó en una línea en ambos
flancos. El izquierdo, con unos 5.000 caballeros, estaba bajo el mando del
lugarteniente de Von Tilly, Gottfried Heinrich Graf von Pappenheim. La
caballería del flanco derecho seguía las órdenes del propio Von Tilly»
(Jörgensen, Christer et al, 2007, 33). El plan de Tilly era envolver los
flancos del ejército sueco, para así hacerle retroceder, para llegado el
momento acometer contra el centro sueco en una doble envolvente. Mientras que
la estrategia de Gustavo II Adolfo era bombardear las posiciones imperiales con
el fin de impedirles cargar.
Los acontecimientos se desarrollaron primeramente al gusto de la
coalición sueco-sajona, debido a que el mayor número de cañones que los suecos
poseían hicieron que las cargas que el ejército imperial dirigía contra los
suecos tuvieran que desviarse o se desincronizaran «el bombardeo sobre la caballería de Pappensheim instó a ésta a avanzar
para eludir los cañones suecos. Al ser este avance inesperado, Von Tilly no
ordenó a sus tropas que iniciaran el ataque al mismo tiempo, con lo cual la
caballería de Von Pappenheim cargó sin apoyo» (Jörgensen, Christer et al,
2007, 33), finalmente, la caballería de Pappenheim fue rechazada por la
caballería sueca, en primer lugar por los disparos de los mosqueteros apostados
junto a los caballeros suecos, lo que obligó a la caballería de Pappenheim
tratar de rodear el flanco sueco, cosa a la que los suecos respondieron
abriéndose, moviéndose al compás de la caballería imperial, lo que enlazaría
muy bien con las primeras estrofas de la canción «Spent the night in formation/ to te battle we march in the dawn/ we
ready to die foro ur King/ on the fields of Breitenfeld/ Fire at will/ aim for
their cannons/ counter attack/ thunder of guns».
En el flanco derecho, la caballería de Tilly cargó el contingente sajón
provocando la retirada de un gran número de los mismos, de forma que la
caballería de Tilly siguió avanzando tratando de rodear el flanco izquierdo de
los suecos, cosa que el comandante Gustav Horn impidió contratacando con
pequeños escuadrones y haciendo retroceder a las tropas imperiales, diciendo la
canción respecto a estas cargas «On the
September the seventh/ we filled their hearts with fear/ Seven times they
attacked on that day/ Seven times they retreated». En este momento las
tropas suecas cargaron lideradas por su rey, arrebatando los cañones imperiales
y utilizándolos contra sus antiguos dueños «Cavarly
charge/ follow the banner/ after the King/ freedom we bring», dice la
canción respecto a esta parte de la batalla, de tal modo que respecto de la
persecución posterior la canción sigue así «Breaking
their lines/ thousand of soldiers/ run for their lives/ legend arise».
Finalmente, la batalla se saldó con 7.600 soldados del Imperio muertos,
6.000 prisioneros y 2.000 soldados suecos muertos. Tras esta victoria, los
suecos comenzaron una racha de importantes victorias durante la Guerra de los
Treinta años, así como una acumulación de poder en el norte de Europa que se
prolongaría hasta casi un siglo después, conformando lo que sería el Imperio
Sueco, suceso que también recoge la canción, en un eminente tono patriota «From the old world’s demise/ see an empire
rise/ grom the north reaching far/ here we are».
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Batalla de Breitenfeld
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Seguiremos publicando el artículo en capítulos para que nos perdáis nada de esta fascinante aventura, la próxima entrega, el viernes 26 de febrero.
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